miércoles, 22 de abril de 2020

A los mercaderes les gustan las gráficas

Las declaraciones dicen que se está controlando..., ¿afirmación cierta o falsa?

CONTROL: Dominio, mando (RAE. Parte de la definición dada)

Cuando se tiene el control sobre algo, podemos determinar y disponer de su curso de acción.

Imagine una gráfica y desde el ángulo del punto cero, comience a trazar una línea en alza constante y que vaya avanzando sobre la línea horizontal del tiempo:


Ahora deténgase en un punto, a este punto lo llamaremos Cuarentena y es donde la línea de contagios comienza a decrecer en rapidez de alza pero no en sumatoria de casos, entonces nuestra línea original experimentará una baja mientras se extiende, y en algún momento comenzara a sumar o se mantendrá, 

Vuélvase a detener, marcaremos otro punto que nombraremos Punto de Pregunta. Tenemos tres opciones:

  1. Suspender la cuarentena, y bajo las condiciones actuales, que la curva vuelva a su alza original.
  2. Mantener la cuarentena y la distancia social para que la línea de contagio siga en forma paulatina y en el tiempo pueda ir experimentando una baja. 
  3. Logral el Control sobre el virus mediante una vacuna. Posibilidad sin respaldo actual.
En resumen, ¿qué dicta el sentido común?
Olvidé agregar un punto importante dentro de la gráfica, en esa línea puede estar usted y hay otras gráficas que muestran los casos recuperados y los muertos, ¿en cuál lo pongo?
No me responda, haga su propio resumen.

Distancia social y la perdida de un abrazo

Desafío al pensamiento analítico y a la esencia del sentimiento. 

Levantar la cuarentena en vista de la reducción de casos, o el alza al daño económico.


Vivo en un país donde el mandatario electo propone medidas que no llevan sentido humanitario.
Posiblemente usted esté pensando lo mismo que yo, en nuestro país. Resultado, es que unos viven en otro distinto al mío o al suyo, pero con mucha dirección en común. Si yo no le doy el nombre de la tierra que tengo bajo mis pies, usted pensará que se trata de la misma. En términos universales, sí, es la misma; en términos de nación, puede que no, y dentro de ésa tampoco, dependiendo del sector.
Lo que todos hoy compartimos, es un grueso de preguntas sin respuestas científicas y que nos llevan directamente a ingresar en un tubo donde la salida parece incierta, y lo único que hasta este momento está retardando nuestro personal andar por dentro de ese tubo, es la distancia social.
Con la única persona con quien no comparto mi sentimiento de empatía, es con aquel que con conocimiento, se niega al estado de cuarentena de forma voluntaria. A ese lo considero un genocida en potencia.
Ya está calculado, rectifico: a medias; que un infectado puede transmitir el virus a más de mil personas y esto, sin considerar que se trate de un asintomático.
La razón por querer levantar la cuarentena y ya sabida por todos, es sólo mercantil, en su país, en mi país, en el del otro. Todos llevan la característica común, de que el mercado es más importante que la vida. Yo no me opongo, si los siguientes y únicos infectados, son los familiares de esos promotores al término de la cuarentena, y la atención que reciban, sea ninguna, o la básica de hospital dada hoy a cualquier otro ciudadano y por médicos y personal que voluntariamente quieran atenderlos, porque les harían poner en riesgo su vida.
Hoy los médicos se han visto obligados a experimentar tratamientos, a eso se le llama medicina de guerra, tomar lo que hay y ver si va funcionando. Tampoco hay una vacuna disponible y cuando lo esté, habrán muchas preguntas de mercado que solucionar, antes de que muchos lleguen a ser inyectados. Base para la afirmación, experiencias pasadas, HIV, H1N1, Ébola, incluso algo tan tratable como la TBC o la Hepatitis continúan sin tratamiento si no tienes los recursos monetarios.
En las actuales circunstancias, el empleo de la CUARENTENA CON DISTANCIAMIENTO SOCIAL ha venido a disminuir la velocidad de contagio, y también ha demostrado no ser suficiente, deberíamos de pasar al estado de AISLAMIENTO CON DISTANCIA SOCIAL. ¿Qué quiero decir? Una cuarentena se define por un período de cuarenta días, meses, años; en este caso días. Si se levanta esta cuarentena, el incremento de casos estará al doblar la esquina; lo que me deja deducir: que mientras no haya una vacuna 100% efectiva, y un tratamiento eficiente, el virus seguirá rotando de uno a otro con el consiguiente aumento de muertes; en conclusión lógica, la única forma de deshacerse del virus, sería con un período de aislamiento prolongado, desinfección sanitaria y el retorno a las actividades de manera controlada. Especialistas ya lo han dicho, una posible vacuna no antes de un año y tras eso, requiere al estudio clínico y luego de ser fabricada para los países desarrollados con poder de compra, irá a la siguiente clase y quién sabe cuándo para la subclase.
No deseo hacer este razonamiento más extenso, sólo decirle que depende de usted el curso de la humanidad. De nuestros gobernantes, depende el curso económico en ganancias para algunos.
¿De qué nos está sirviendo el desarrollo tecnológico, en este caso robótica industrial, si se nos quiere obligar a salir a trabajar para salvar los mercados; desarrollo tecnológico en comunicaciones, si no la ponen al alcance de todos, para poder realizar las actividades a distancia? ¿Dónde quedó la reinversión del "chorreo" económico, de la globalización, de la implementación de tecnología?
Preguntas por ejemplo, cómo el valor del barril de crudo: ¿USD$-37? ¿Cómo puede algo costar en cifra negativa? ¿El productor le está pagando al comprador USD$37 por que se lleve el barril? Entonces, ¿no lo está comprando? No lo compra, le pagan. ¿Cómo se entiende esto? Hoy compro el galón de gasolina a USD$1.47, hace un mes atrás los hacía a USD$3.50, ¿era necesario?
Más simple, en una investigación se estableció: un supermercado local compra 5 toneladas de Tomates, el final de la semana ha vendido UNA y las otras cuatro van a dar a la basura. Con esa UNA tonelada cubre sus costos y obtiene sus ganancias; la libra de Tomates cuesta $4.99. ¿Para qué la producción de las otras 4? ¿O, por qué no la venta por $0.99? Cuatro toneladas a la basura, que ante la pregunta de hacerlas donativo a instituciones de ayuda, hogares de huérfanos, sin casa, pobres, etc., la respuesta fue: Mejor desecharlas, la empresa no puede asumir el costo de hacerlas llegar a esas instituciones. ¿Y si las vienen a buscar? No tengo espacio donde almacenarlas en espera. ¿Ese es el pensamiento?
Piénselo,  ¿será necesario salir a trabajar? ¿será necesario enviar al niño al colegio? Un pueblo solidario se mantiene unido. Las hormigas, las abejas tienen como primer concepto, la comunidad, en el afán de mantener esa comunidad a resguardo van haciendo. Hoy en nuestro especial caso, están médicos y personal que trabaja en salud, gente en supermercados, distribuidores, personas esenciales e importantes al frente. A nosotros, desde nosotros, se nos pide lo mínimo: solidaridad y empatía. Haz a un lado tus pequeñas rencillas políticas, religiosas, raciales y de estatus, nada de eso podrá ayudarte y por seguro que no ayudará a la humanidad.

Photo by Nazym Jumadilova on Unsplash

martes, 14 de abril de 2020

Sea creativo, sea solidario

La única manera de pasar por esto, y recalco pasar, porque como están las cosas hasta el momento, no saldremos; es hacerlo solidariamente.

Todos por diferentes razones apuntamos nuestra mirada a la economía. Unos por la baja en los mercados, otros por la perdida de su ya mermado capital invertido en una pequeña empresa y muchos, ante la posibilidad de perder su fuente laboral.
Para los primeros, significa grandes no ganancias. Están dejando de percibir las multitudinarias cifras, que han percibido en tiempo de bonanza y también en tiempo de crisis.
Para los segundos, pequeños empresarios; la pérdida o el temor a ella, cuando se tiene como único capital el de inicio, o el adquirido mediante crédito.
Los terceros y mayoritarios, ese grupo de empleados sujetos a un sueldo mensual, que se encuentran como espectador sin el poder de determinar.
Como sea, unos y otros, a mayor o menor escala, llevamos puesta la mirada del individualismo al frente. Si lo observamos desde lo macro hasta ir al individuo: Las grandes naciones están preocupadas por sus mercados y sin prestar nada o ninguna atención, en un país perdido y pobre en un lugar del planeta (para esos existe Médicos sin frontera. Gracias) Dentro de esta grandes  naciones, un ejemplo más próximo para mí, los Estados Unidos; como Estado Federal, fija su estrategia en el auxilio de cierto sector, cada Estado que compone esta nación, se ha visto en la necesidad de enfrentar la pandemia a razón de sus propios recursos, así podemos ver Estados absolutamente desamparados. Dentro de los Estados, siguen los segmentos sociales; negros son los más golpeados en mortalidad, seguidos por latinos.
Similar situación corren todas las naciones, los más desposeídos son quienes absorben los efectos más crudos, el estrato social un poco más arriba, pagará con su empleo la necesidad económica del capitalista.
Mi punto no está centrado en la crítica, sólo haber hecho una columna para graficar el individualismo: Si unos como otros, no fijamos nuestra esperanza en los demás y con ayuda nuestra, no lograremos pasar por la pandemia sin obtener costos enormes en vidas y en pobreza, y esto por la miopía de nuevos horizontes. Hay quienes hacen un llamado al cierre de fronteras, olvidando que fueron ellos quienes las abrieron en época de globalización. A la restricción de comercializar productos con otros, cuando fueron ellos quienes pusieron las reglas del transporte. En aflojar la distancia social para volver a la normalidad de producción, sin haber hecho la necesaria inversión previa en atención sanitaria; el reparto de una mascarilla no es un hospital, una cama, remedios o un ventilador mecánico; haciendo sólo un recuento material, al haber dejado de lado a quienes nos atienden y susceptibles a la infección y no salir airosos de ella. 
Como ya lo he dicho en otros escritos, esta pandemia si nos ha demostrado algo del mundo, es la necesidad de unos con otros; que la relación empresario-empleado puede hacerse a distancia (no en todos los casos) y sin la necesidad de reducir la inversión hecha (sueldo); el ahorro les llegará por otros factores innecesarios para este nuevo orden. Ha permitido el reconocer la necesidad de esos ilegales en la producción como braceros y que sin la debida y apropiada atención sanitaria, pronto será el sector agropecuario unos de los más severamente golpeados (EE.UU) En otras naciones, estos focos apuntan a los más pobres y sectores, sabidos; de apretada situación económica.
Si tanto usted como yo, no hacemos de nuestra solidaridad algo presente y tangible, no tengo la menor duda en que dentro de la desesperación, del no tener, caeremos más de los que ya han caído. ¿Una solidaridad interesada? No es el hábito lo que hace a un monje, es el hábito en la repetición. Si no comenzamos ayer, estaremos más atrasados en esta carrera de humanidad.
¿Qué podemos hacer como individuos? Recuerdas a tu compañero de labor que ya no está trabajando a tu lado. ¿Qué necesitará, fuera de un me gusta en Facebook? Tu vecino a quien no has visto en días, ¿podrá salir ha realizar sus compras? ¿Tendrá para hacerlas? Mi vecino es médico, ese esta forrado en dinero; y su familia que no lo ha podido ver en semanas, mientras él está a la espera por atendernos, ¿cómo lo está pasando?
Habría puesto como título de esta nota; no lo hice porque la mayoría confundiría el concepto: Sea revolucionario, sea anárquico. Revolución significa cambio, quien no lo practica a diario en todo ámbito, lleva una vida llevada. Anarquía significa auto-control, quien no la practica a diario restringe al otro. Debo agregar Idealista, ese soy yo y otros que se van sumando, sin rendirnos en que nuestra especie pueda ser salvada por ustedes.

*Photo by Shane Rounce on Unsplash

domingo, 12 de abril de 2020

Mensaje excluido a políticos y económicos acomodados.

Lo que mejor han hecho es aislarnos, y nosotros lo aceptamos como nuestra única salvación. Nos olvidamos de nosotros y de los que ya estaban aislados por nuestro olvido, también por el de quienes nos dijeron: Quédense en su casa. 

Estar en casa, para muchos está resultando una tarea difícil. Algunos se han encontrado con que son padre de olvidados, otros en misiones que nunca habían cumplido, como asear, cocinar o simplemente sentarse a observar.
Desde el punto de vista de tiempo con uno mismo o con los más cercanos, podríamos asignarle un valor positivo a este tiempo de cuarentena. Podemos identificarlo como esa seguridad, a la inseguridad que en estos momentos se nos hace más próxima.
Que nos mantengamos en nuestro hogar, es una obligación sanitaria y una cooperación, para no perjudicar la ya mermada labor que venían dando los servicios de salud del Estado. Que nos mantengamos en nuestra casa, ha sido y es, un aporte en aminorar la velocidad de transmisión del virus.
Estar bajo la protección de nuestro techo y cuatro paredes, debería verse como nuestra preocupación por los demás.
Estoy a resguardo, es distinto a estar aislado. Aislado está, quienes están padeciendo el virus; aislados también están, todos esos desplazados, hambrientos, enfermos segregados por condición. Estar a resguardo, es tener la esperanza que algo harán por mí y lo más esperado, es que no me suceda.
El resguardo propio, se está viendo más como una característica de individualismo, que ir haciendo una conciencia social. En distintos países se ha podido apreciar como individuos acomodados económicamente,  y en desmedro del resto de la comunidad, rompen las normas establecidas y frente a una autoridad ausente o que simplemente no les llega. Mientras los espectadores desde sus lugares de resguardo, se disputan con oraciones, con los videos de ejercicios desde Pilates hasta Yoga, pasando por el Tai Chi a la meditación. Cantores improvisados de fiestas entre amigos, que ahora nos dan su música y con letras como "Voy a decir, te agradezco..." Religiosos que nos prometen la salvación en tal o cual Dios. Además de otros muchos apuntando desde barricadas ya obsoletas de éste u otro partido político. Unos exponiendo a políticos de izquierda y otros haciendo su parte con opresores o políticos de derecha.
Estamos caídos en el aislamiento, el que sólo favorece a los gobiernos olvidados de las personas. En el aislamiento que ha sacado a relucir el individualismo, donde ya no podemos lucir las posesiones como cuando andábamos afuera, linda ropa o con el celular de última generación en la mano.
Todos desean volverse a ver. Muchos van haciendo planes para celebrar el reencuentro, y en el mientras tanto, seguimos practicando el posteo en las páginas del online.
Aislamiento, del no entender como funcionamos. Aislamiento, en aceptar y transmitir que el virus es una amenaza económica. Aislamiento, olvidar al desplazado, al hambriento, junto al pedido que nos traen desde un super mercado. Aislamiento, cuando nos envían oraciones de fe y desde sus arcas no sale ni un centavo en ayuda de los más necesitados. Aislamiento, cuando el pentágono Norte Americano informa la decisión de envío de buques de guerra a las costas de otro país.
En un mundo globalizado, que no conseguimos cambiar después de la última crisis económica, es tiempo de que cada uno, desde el rincón que esté, haga un estudio de humanidad, mientras que desde Korea del Sur informan a la OMS, que posiblemente el virus, lo vuelvan a adquirir quienes ya pasaron por él.
Es tiempo de comenzar a mirarnos como especie, sin colores, sin dinero, sin tendencias, sin creencias, sólo el mortal que un día llegó de paso a este mundo y busca dejar la mayor construcción al menor costo de destrucción.



Photo by Nick Fewings on Unsplash

viernes, 10 de abril de 2020

Más que un intelectual

busca la empatía en ti. Desarrolla el sentimiento y la capacidad de identificarte con los demás.  Un ego crecido, no ayuda, salvo para crear arrogantes y esos, sólo saben imponerse para que los demás, obligados, los tengamos que soportar.

Haz como los españoles en 1918 y "su gripe". "La Gripe Española".

Primero, déjame contarte: Esa gripe, del tipo Influenza, NO se originó en España. Fueron los españoles y su prensa escrita quienes la dieron a conocer e informaron sobre sus estragos. Los demás países la ocultaron, para no afectar el curso de la Primera Guerra Mundial. Entonces, de ahí su nombre: Gripe Española, por haber dado a conocer lo que otros quisieron ocultar.

Somos arrogantes y frente a los desastres, desentendidos.
Volviendo a 1918 y la Influenza tipo A. El primer caso registrado y brote de la epidemia, se originó en Kansas, U.S.A. Comenzó en una base militar Norte Americana y se extendió a otras bases, del mismo ejercito, en Europa.

La falta de empatía hacia los demás, inhibe la mayor parte de nuestra condición, para luego dejar de importarnos, lo que vamos destruyendo a nuestro paso.

Esa Influenza, del tipo A, perteneciente al grupo H1N1, mató entre 40 a 50 millones de personas, y también afectó a perros y gatos.

A ver si la prensa hoy, 2020, hace su trabajo como la prensa española de aquel 1918 y busca, divulga e informa con la verdad.
Deja de seguirlos, sobre todo a los grandes conglomerados. Infórmate quienes son sus dueños y deduce el interés que tienen en darte la noticia como lo están haciendo. Todos reportan las muertes sin las condiciones preexistentes de los pacientes. Nadie reporta a diario el número de recuperados. Las páginas saltan rápidamente a los mercados y nadie informa de los desocupados obligados. Las bolsas dan repuntes y en el caso de EE.UU, se pueden ver las cifras más altas de desocupación desde la crisis del 29. Coincidencialmente, días antes, la bolsa estaba estable, el desempleo en su punto más bajo en la historia Norte Americana. En los siguientes días cae la bolsa. Después pasa a un leve repunte y el desempleo se desata. ¿Aun la sumatoria de dos más dos arroja un resultado de tres? ¿Quienes pagaron para el repunte mercantil?

No esperes ayuda y solución, de parte de quienes se han alzan arrogantes y quiere seguir siendo "nuestro único salvador". Como la gripe española, su historia nos la dan distorsionada. Donde sea que se haya originado, como sea que haya llegado a invadir nuestra vida, está claro que como en 1918 y sus 40 a 50 millones de muertos, tenemos que ser nosotros mismos, quienes pasemos por sobre este estado de emergencia y eso, necesita de nuestra empatía: Sentimiento de identificarnos con los demás. Si tú estás asustado, él también. Si tu amas a los tuyo, él también. Si tú deseas comida, los otros también.


  • En 1918 la Influenza del tipo A, grupo H1N1, causó costos en vidas humanas sin comparación, 40 a 50 millones de víctimas, y en un momento en que se definían situaciones Económicas Mundiales, no ideológicas.
  • En 2020 el COVID-19 está causando un número infinitamente menor de víctimas y con una cobertura de prensa que llega rauda a millones de millones, y en un momento  en que parecen definirse situaciones Económicas Mundiales, no ideológicas.
Más que un intelectual, busca desarrollar la empatía en ti. Esto no es un asunto de Comunistas, Socialistas, Demócratas, Nacionalistas u otras corrientes políticas. Nos afecta como personas, como humanos, como especie y al parecer, porque un grupo mezquino desea llevar los destinos económicos mundiales y al costo que sea. Al precio más caro, nuestra humanidad.

Revisa el siguiente link y podrás obtener más información.
https://arqueologiadelamedicina.com/2018/05/15/gripe-espanola/

jueves, 9 de abril de 2020

Definición de empatía

Hablando con una amiga sobre el virus, ella me decía:  Por supuesto que esta situación da para levantar la conciencia y hacer un análisis personal.

Antes yo le había hablado sobre la utopía, la cosa del sueño social y toda esa charambolada que suena absurda de buscar y que hoy algunos llamamos hacer el Bien Común.

Ella continuó:  La utopia, como siempre, sigue ahí para seguir caminado. Mientras más avanzamos, ella más se aleja.

Aquí, me quedo pegado: "mientras más avanzamos".

Amiga, sólo llevo hermosas memorias y en el corazón, un amor de amigos imposible de olvidar. No te lo vayas a tomar a mal, no quiero armar una pichanga de futbol callejero, resultaría una distracción sobre el balón ante la importancia de un post en Facebook. Me niego a dejar mis canicas escondidas, por la vergüenza de mis 60 años. La pantalla, detrás de lo que escribo, me muestra dos trompos con su soga enrollada.


Más que avanzar vamos olvidando; como la chuleta que me dio el Guatón Walter, cuando queriendo darle al balón plástico que el viento desvió, le dio a mi canilla. Ésa dolió, me dejó un huevo en la tuerta, que para mi es la derecha; pero nunca olvidamos nuestra amistad. Ahí no hubo rencor, nos debíamos como amigos, caminábamos abrazados, reíamos. Hoy hasta los hijos nos miran sin tiempo, sin entendimiento de aquellas cosas simples. Es cierto, hay más tecnología y dejamos que ésa nos arrebate lo humano y a los que nacieron con ella, no les dimos tiempo para que conocieran un balón plástico, o lucieran un morado en la pierna del cual reírse por días. No tuvimos tiempo para ellos, había que trabajar y pusimos los Nintendo a realizar nuestra labor.
El sueño utópico está más vivo que nunca antes, con esos millones de desplazados, con esos millones de estómagos vacíos, con miles muriendo por enfermedad curable y hoy por un nuevo virus. Con millones de médicos exponiendo su estado por el bien social, con otros atendiendo en los supermercados y choferes transportando. Con nosotros en las casas encerrados y muchos atormentados, ¿cuándo me cesarán? Mientras más avanzamos esos otros con millones, más tienen; mientras nuestros millones compartiendo en las redes toda clase de ruegos, humor e ideas para pasar la cuarentena. ¿Cuántos, antes de todo ese tiempo en pensar algo que creemos será inteligente y nos hará brillar en aquel sitio social, hemos ido donde el vecino hoy desempleado, a preguntar qué necesita, o llevarle una lata o un plato de comida pare él y su familia? 
No avanzamos amiga, perdemos nuestra humanidad y engrandecemos el ego.
Mis tíos, tu padre y muchos otros buscaron desesperadamente abrir el camino y en sus esfuerzos, nosotros nos hicimos pequeños acomodados y sin tiempo.
Bisabuelos que nos cuenten los horrores de hace 74 años, ya prácticamente no quedan. Nosotros, aun estamos para rectificar. 

La plática de mi amiga fue a:  La Declaración de los Derechos Humanos es tan bonita y tan perfecta en su redacción y contenido. Pura utopía, en la práctica es muy alejada de la realidad, y creo, seguirá siéndolo.

Aquel grueso artículo de Naciones Unidas, la Declaración redactada con un gran sesgo de bandos, donde un reducido grupo definió los derechos de los demás millones, asegurándose no les fuera a suceder a ellos.
Yo hablo de lo que cabría en menos de una línea escrita completa: Somos todos. Léelo como Tú, Yo, Nosotros, y no necesita ningún otro agregado.
Mientras un grueso edificio esté asentado en un lugar con una clara tendencia, todo lo que salga de ahí, no tendrá práctica ni validez.
Mientras sigamos con ansiosas expectativas la compra de nuestro siguiente modelo de celular, esa línea de la que te hablo, irá llenando un cuaderno entero, algo así como la Declaración y con muchos ARTÍCULOS inútiles. ¿Has notado la palabrita artículos?


Le escribí, ¿Utópico? Y aproveché de darle enseguida Mi respuesta, ¿cuál entonces una buena razón para vivir?  Me respondió:  Una buena razón para vivir podría ser el título de un grueso libro, seguro que muy entretenido.

Me encanta escribir y he llegado a la conclusión de que un buen libro no pasa por su grosor, sino por lo que nos deja.

A la utopía de la perfección está claro que nunca llegaremos, pero podríamos hacer mucho mejor nuestra condición humana y así como hoy aplaudimos y les damos las gracias a Doctores y trabajadores de la salud que están en la linea dura y muchos otros poniendo servicio para los demás, sería bueno preguntarnos, ¿qué puedo aportar desde el refugio que aun sostengo?
Empatía es un término dormido, frente a nuestra constante búsqueda del cociente intelectual, aquel que nos hará brillar en las pantallas de ordenadores, celulares, tablets.


Photo by Hudson Hintze on Unsplash

domingo, 5 de abril de 2020

Costo económico del COVID-19



¡Así es, tiene un costo económico!
Sólo que debería de ser ficticio para nosotros. ¿Por qué? ¿Cómo?
Sígame un momento:
Estamos en el punto A donde usted o yo tenemos nuestro trabajo. Es por eso que se nos paga un salario y con el cual llevamos adelante nuestra vida productiva.
Recuerde, está en el punto A.

La crisis real:
A usted que está trabajando desde su casa, o usted que no puede hacer su trabajo regular o a quien dejaron sin empleo en virtud del COVID-19; al encontrarse sin un salario no podrá satisfacer sus necesidades básicas, como así mismo las de su familia.  Ha pasado a ser un cesante y como usted habrá millones.

La crisis ficticia:
Que esos millones tengan que pasar a ser desocupados.
Hagamos un simple recorrido para facilitar el entendimiento: Un empresario paga a sus trabajadores. El trabajador usa ese salario para adquirir lo que necesita, incluso lo que muchas veces no necesita; esto genera el salario de otro que antes fue vendedor. Ahora el vendedor se transforma en trabajador con sueldo y a su vez en comprador, entonces cubre sus necesidades. Así podemos seguir infinitamente, pero hagamos el círculo corto, porque esto es un círculo.
Cuando el empresario le pagó  a usted $100, y usted gastó $100 distribuido en distintos otros empresarios..., así es como su empleador al siguiente mes vuelve a tener los $100 para volverle a pagar. Olvidé intencionalmente agregar las ganancias de ese empresario, sólo lo dejé en un retorno bruto.

Posibilidades para abortar la crisis ficticia:

  1. Despedir a millones de trabajadores para que los empresarios mantengan su riqueza.
  2. Que los empresarios sigan pagando los salarios y que se complete el círculo del consumo.
Hay otro punto y en este es cuando todos contamos, solidaridad hoy representa el cambio para mañana.

  • Si todos solidarizamos evitaremos una crisis. 
  • Descubriremos que el dinero es un rectángulo de papel entintado.
  • Que las crisis económicas están en nuestros hombros, para que un reducido grupo continue no haciendo nada.
  • Que dado el desarrollo tecnológico, es posible proveer de todas las necesidades sin que tengan un costo de consumo.
Salta la gran pregunta:
¿Quién querrá ser empresario, cuando se trate de aportar sin llenarse los bolsillo de un papel entintado?
¿Quién deseará ser estadista, cuando el esfuerzo público se diluya viendo crecer la sociedad?

Nuestras crisis económicas han sido ficticias desde comienzos del siglo pasado y por ello han llevado a la humanidad a dos guerras mundiales, a miles de guerras locales y desestabilizar gobiernos que han mostrado una pequeñísima luz en la dirección social.
Si esta pandemia, COVID-19, puede dejarnos alguna enseñanza, que sea la solidaridad y el cambio global frente al bien común.


La cadena

En algún momento durante tu vida has llevado una cadena al cuello, no importa que haya colgado de ella, el asunto es que esa cadena para serlo se ha compuesto de eslabones. ¿Entendido el mensaje?
Les quiero hablar de nuestros componentes electrónicos. No tengo prueba científica, física o médica, menos aún esotérica o religiosa, entonces, sólo exponer una idea:
El “autobús” por donde corren las comunicaciones y próximas a cada uno de nosotros, son RF, Wi Fi, Bluetooth y cada una con la diferencia de distintos rangos de alcance, pero todas son ondas electromagnéticas. Con respecto a estas ondas, se han realizado muchos estudios. No es mi punto, entonces hasta acá el cuento complejo y asunto de ingenieros.
Cada uno de nosotros a lo menos cuenta con un celular Androi o IOS, Windows 10 mobile, etc, otros pueden sumar una tablet, más pueden agregar un laptop, PC, lectores electrónicos como kindle, Kobo, etc. Todos sin ninguna excepción funcionan con alguna onda electromagnética. 
He decidido colgarme ésta cadena al cuello: Todas las noches apagar y desenchufar mis aparatos de comunicación, incluso el televisor. ¿Mi objetivo? Reducir el tráfico de ondas electromagnéticas circulando.
¡Ah! olvidaba mencionar el modem y el router; también.
Durante la noche se supone que duermo, descanso; mi cuerpo se recupera del efecto desgaste del día. Todas esas maquinitas continúan trabajando y disparando ondas durante mi supuesto descanso. El que estén apagadas y más aún, desenchufadas, no producirá ningún efecto dañino en ellas, y además, yo no las estoy usando. Cumplo así dos funciones, reduzco mi posible riesgo, y baja mi cuenta de consumo eléctrico.
Te lo dejo como inquietud, ahora que al parecer la solidaridad y preocupación de unos por otros está funcionando.



Photo by Sonny Ravesteijn on Unsplash

Virus vs Economía

-Se puede trabajar desde casa.
-Los productos pueden bajar sus precios.
-Quienes trabajan en lugares asignados no requieren hacerlo por tanto tiempo.
-Descongestiona la circulación urbana.
-Da tiempo a la convivencia familiar y otras actividades.
-Al economista lo puso desnudo frente a la humanidad., careciendo de ella.
-El empresario la única verdad que tiene, se llama dinero.
-Los políticos, entregados al poder económico.
El dinero es un pedacito de papel en color, útil para transacciones con un respaldo ficticio y donde las tecnologías desarrolladas demuestran ser capaces, si fueran bien aplicadas; donde implementar en estructura por atención sanitaria y educación deje de ser una quimera frente a la industria de armamento. La productividad y comercio de alimentos se desarrolle a nivel regional y por estaciones anuales. 
¿El virus afectará la economía?
Debería y se espera, con dos opciones:
A-El costo es traspasado y asumido por las personas comunes.
B-Los dueños del mercado ajustan sus ganancias.
El virus se convierte así en un aliado por la igualdad social, nos ha obligado y estamos demostrando el Bien Común; mientras Mercaderes y Políticos nos ignoran.


Photo by Nick Boltonon Unsplash

Upcycling y sobre todo reducir

 Estoy dentro del proyecto. Alguien por ahí me regaló seis jeans, unos más que otros bien desvencijados, pero cuando se trata de crear, lo q...